11 de septiembre de 2015

INSTINTO

“La esencia del instinto es... que lo seguimos independientemente de la razón”

Las investigaciones han indicado que, en el 90% de los casos,  hacerle caso a lo irracional nos asegura el éxito.




 
Si bien los instintos son, supuestamente, un poder inexplicable del reino animal, los seres humanos también los poseemos.


El instinto se activa ante determinados estímulos y situaciones… ¡sin que podamos evitarlo ni analizarlo!
Todos contamos con el instinto de supervivencia desde que somos concebidos. Gracias a él podemos reaccionar a un ataque o peligro. Cuando alguna cosa está a punto de hacernos daño, se enciende la luz de emergencia supeditada a los instintos más básicos, se apaga el mando del cerebro y dejamos de actuar de forma racional y emocional.


Podríamos decir que el instinto es una respuesta que surge de nuestro interior sin pensarla ni sentirla.


Existe además una diferencia importante entre el instinto y la intuición, ya que ésta última no es desarrollada por todos , caracterizándose por ser una habilidad para comprender, conocer o percibir algo de manera inmediata.
Si comparamos a nuestros antepasados de hace miles de años, podremos darnos cuenta de que hemos “acallado” las voces del instinto. Tal vez se deba a que ahora queremos ser personas racionales y/o emocionales...
 

Los instintos no están bien vistos en el mundo civilizado. Se relacionan con los animales, los que no entienden o los que no saben expresarse… ¡pero es no es así!
 

Los instintos que no deberíamos ignorar son:

1-La sensación de peligro. Quizás sentimos una punzada en medio del pecho o una sensación de angustia que no comprendemos. En realidad, la responsabilidad es del instinto que salió a protegernos. Es bueno que prestemos atención a las señales que nos da el cuerpo. No olvidemos que el inconsciente tiene la capacidad para percibir peligros que nuestra mente consciente o nuestros sentidos no.


2-La primera impresión. “Esa persona no nos cae bien”, ¿Por qué?, “No lo sé, pero hay algo que no termina de gustarme de ella”…Es en ese momento que el instinto o la intuición nos ha dado un mensaje que no debemos desoír. Si no está basado en un prejuicio, estereotipo o un pre-concepto, el instinto puede ser de mucha utilidad para detectar personas peligrosas o tóxicas.


3-La decisión correcta. Cada minuto estamos tomando decisiones. Algunas son más fáciles de concretar y otras llevan su tiempo. Cuando tengamos que decidir algo que realmente cambie el sentido de nuestra vida, no debemos dudar  en seguir al instinto… puede sonar un poco “primitivo”, sin embargo, será realmente valioso para nosotros.
 

Por último nos queda preguntarnos si el instinto y la intuición son fiables. A veces podemos equivocarnos y debemos estar atentos a saber enmendar el error. Pero también puede ocurrir que cometamos un fallo si nos basamos únicamente en lo racional.

Las investigaciones han indicado que en el 90% de los casos hacerle caso a lo irracional nos asegura el éxito. Siempre podemos experimentarlo por nuestros propios medios y determinar cuál es la efectividad de nuestro instinto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario